"Si pudiera dormir rodeándote con mis brazos, la tinta podría quedarse en el tintero" (D. H. Lawrence)

jueves, 5 de noviembre de 2015

"Capillita de San José" en Sevilla



 


Después de haberos contado la semana pasada una historia frívola sobre mi primera estancia en Sevilla, vengo  hoy  a redimirme con una más seria de la última.
El sábado 31 disfruté presentando mi novela “Con patente de corso” en La Carbonería, con un grupo de compañeras de la editorial y el domingo por la mañana realizando un tour cultural , guiada por mi amigo Juan Carlos Hernández , profesor universitario y asesor de restauraciones, quien me condujo al emplazamiento que se ha convertido para él en un desafío personal, la capillita de San José, en pleno centro histórico de la capital. Debo reconocer que mi pasión por el arte es inmensa por lo cual, aunque el Barroco es el estilo que menos me seduce, allá que nos fuimos....y flipé con el lugar.
No sé si se debió a su labor informativa - me pirra conocer detalles de esos que no sueles encontrar en las guías y él es un anecdotario viviente - a la ubicación de la capilla, entre calles estrechas y plagadas de tesoros arquitectónicos ( léase cruce entre Tetuán y Sierpes), o al interior en sí.
Probablemente de estar reluciente no me hubiera gustado tanto ( lo siento, JC, porque sé que el fin que perseguís es precisamente restaurar cada rincón deteriorado) pero mirar esos techos magníficos dañados por el tiempo y la maldad humana – lo incendiaron en el 31 cuando la proclamación de la República - el órgano alemán del XVIII, las tallas y vidrieras, las puertas talladas con los símbolos de los carpinteros que fue el gremio que la construyó, las tribunas con sus celosías de dibujos florales, las pinturas murales y ese extraño cuadro de la Virgen de Guadalupe...Resultó una experiencia casi mística.
Por ello aconsejo a quienes se paseen por Sevilla que no dejen de visitarla; les garantizo que no se sentirán defraudados. Si patear Sevilla es garantía de hallar rincones inolvidables, entrar en la capilla forma parte de ese recorrido imprescindible.
Sin olvidar que sus actividades son continuas, con presentaciones de libros y música en directo cada semana.
Si ya de paso, os encontráis una visita guiada, ni dudéis seguirla puesto que la información es tan interesante que os quedaréis embobados.
Y si ya, en el no va más de vuestro entusiasmo, decidís colaborar económicamente en la tarea de restaurar el lugar, os dejo la página web para que tengáis los datos.
Para los que no tenéis tan fácil la opción de visitar la ciudad, os servirá también para meteros en los entresijos de la capilla y comprobar con vuestros propios ojos que no he mentido al trasladaros mis impresiones. Aunque sin duda, la magia de lo presencial no se transmita de igual modo. De todas formas, ahí quedan de muestra algunas fotos.











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