"Si pudiera dormir rodeándote con mis brazos, la tinta podría quedarse en el tintero" (D. H. Lawrence)

jueves, 14 de enero de 2016

Un día como hoy


Porque fue en un día como hoy,
un día frío, con sol y nubes,
un día helado en el corazón;
porque se te ocurrió
que ya no querías quedarte más entre los vivos
y te ilusionó reunirte con los otros,
los que poblaban tus sueños desde hace tiempo,
llenando tu memoria de nostalgia.
Porque anhelabas la paz y el descanso
porque echabas de menos las manos de tu hermana,
la calidez de tu padre,
las antiguas risas de tu juventud...
Porque decidiste que ya éramos bastante adultos
y podríamos sobrevivir sin tu cobijo,
nos dejaste.
En un día como hoy,
aunque lleve añorándote con desconsuelo
desde hace trescientos sesenta y cinco,
no puedo dejar de mencionarte en el lugar
donde mis cuitas se airean al mundo.
Y aquí, en mi “sueños de tinta” particular,
grito al universo mi dolor y desconsuelo.
Aunque no pueda escribirte una elegía
como la de García Lorca o Miguel Hernandez,
por carecer de su elocuencia ,
sí que puedo dedicarte unas palabras,
madre,
porque tus brazos no me abarcan
ni tu sabias palabras me consuelan.
Porque te echo de menos con locura
y mi corazón sangra tu ausencia
con denuedo.

12 de enero de 2016.

No hay comentarios:

Publicar un comentario